La UNESCO es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Fundada el 16 de noviembre de 1945, la UNESCO se propone construir la paz a través de la cooperación internacional en materia de educación, ciencias, cultura, comunicación e información.

La UNESCO cree que los acuerdos políticos y económicos no son suficientes para obtener el apoyo sincero y perdurable de los pueblos. La paz debe basarse en el diálogo y la comprensión mutua, en la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.

La UNESCO tiene una función única que desempeñar en el fortalecimiento de las bases de una paz duradera y de un desarrollo equitativo y sostenible. Sus programas contribuyen a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos en la Agenda 2030, que fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015. La participación de la sociedad civil es esencial para cumplir estos ambiciosos compromisos.

Los miembros de la Asociación deben estudiar detenidamente los objetivos e ideales a los que desean servir; para ello, será útil que lean no solo la Constitución de la UNESCO, la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos, sino también, en un contexto más amplio, la bibliografía básica sobre las organizaciones internacionales y sus objetivos, a fin de entender que lo que dicen y hacen estas organizaciones les concierne directamente. Por supuesto, este primer contacto no es suficiente: si bien es necesario volver con cierta frecuencia a las fuentes —principalmente en beneficio de los nuevos socios—, las Asociaciones también deben elaborar un programa.

En función de los recursos locales, los medios financieros y la preferencia de sus miembros, cada club puede elegir algunas de las actividades siguientes:

• asistencia a conferencias y debates, seminarios y jornadas de estudio, simposios y encuentros destinados a despertar el interés por la UNESCO, su misión y su trabajo.
• celebración de los días, semanas, años y decenios internacionales proclamados por las Naciones Unidas y la UNESCO y en las celebraciones de aniversarios a las que la UNESCO está asociada.
• difusión, publicación y distribución de material informativo.
• organización de actividades culturales (por ejemplo, exposiciones, concursos de guiones, videojuegos, dibujos, fotografías, festivales de música, … etc)
• organización de campamentos de jóvenes
• excursiones y viajes de estudio e investigación; intercambios entre asociaciones y clubes.

La autosuficiencia debería ser el principio por el que se guíe la gestión de la asociación. La asociación coordina actividades con el esfuerzo voluntario de sus miembros. Sin embargo, normalmente tendrá que manejar algunos fondos, aunque solo sean las cuotas de los socios o los ingresos de los actos públicos que organice. También es muy natural que los miembros de la asociación deseen organizar viajes educativos o culturales, lo que inevitablemente entrañará algún gasto. Por lo tanto, aunque no quiera realizar grandes desembolsos, tendrá que hacer números, preparar estimaciones presupuestarias y presentar informes financieros. La asociación también podrían movilizar los fondos necesarios del Programa de Participación de la UNESCO por conducto de la Comisión Nacional correspondiente, así como, en casos concretos y muy limitados, del presupuesto ordinario de la Organización.